19 Oct Digestión de la leche
Como se ve por la presente tabla los huevos contienen más grasa que la leche natural la cual está concentrada en la yema. La grasa de la leche está más dispersa. Las calorías aumentan al concentrarla (condensada, en polvo). Esto tiene lugar también por tener la leche más azúcar que los huevos. El caso de la condensada un tanto exagerado es por la inclusión de azúcar que le ponen. La leche en polvo se toma el producto en peso lo cual hace ascender su valor. Es significativo el aumento de calorías en la nata y mantequilla por su alto contenido en grasa. La descremada y el yogurt son bajos en calorías y excelentes alimentos proteicos.
Por lo general es bien tolerada por el organismo dado que es nuestro primer alimento. Sin embargo en algunas personas la digestión de ella puede variar según sensibilidades particulares. Hay quien digiere muy bien la leche hervida y a quienes la leche cruda actúa como un purgante. No tiene ningún principio que pueda purgar (sino al contrario), puede ser atribuido a la distinta forma del caseo, si este es más compacto como sucede con la leche cocida puede permanecer más tiempo en el estómago.
La leche completa puede no sentar bien a personas con problemas hepáticos o de la vesícula por la grasa que contiene, entonces debe recomendarse la desnatada. Por lo mismo las personas con exceso de colesterol que es un lípido o con exceso de grasas deben tomar la desnatada.
Ingerida en pequeños sorbos sienta mejor y se digiere más fácilmente, ya que los grandes tragos proporcionan un gran cúmulo por la acción del jugo gástrico que lo coagula rápidamente. En cualquier caso acidificada como el yogurt sentará mejor ya que las proteínas se habrán coagulado en pequeños cúmulos y así las recibe el estómago ya preparadas.
La leche a su paso por el tracto digestivo deja pocos residuos, por ello si es bien digerida produce estreñimiento. Por el contrario tiene ciertas propiedades diuréticas que estimulan la orina.
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